Los drones -pequeños aviones y helicópteros no tripuladas
manejados a control remoto-, que en principio, fueron utilizados de
forma exclusiva por la fuerza militar, son la herramienta de moda en el
periodismo de Europa y Estados Unidos. Este nuevo gadget permite capturar imágenes de foto y video de alta calidad en tiempo real.
Lugares de difícil acceso geográfico y si-
tuaciones que pueden poner en peligro la vida de los periodistas como
manifestaciones, desastres naturales y eventos deportivos de alto
riesgo. Las facilidades que los drones auguran -no necesita de una pista
para despegar o aterrizar-en el trabajo periodístico fueron lo que
impulsó a las universidades estadounidenses de Missouri y Nebraska a
crear el Missouri Drone Journalism Program y el Drone Journalism Lab, programas académicos en los que se enseña a los futuros periodistas a manejar drones durante sus coberturas.
En América del Sur, la Pontificia Universidad Católica del Perú impulsó
el proyecto mutimedia Periodismo Drone, cuyo objetivo es investigar las
ventajas y limitaciones del quehacer periodístico a través del uso de
esta nueva herramienta. Por su parte, La Prensa, un medio digital de
este país fue de los primeros en utilizar drones para sus coberturas. La
primera transmisión fue un vuelo por el centro de la ciudad para
verificar los avances de las obras en las vías del barrio Miraflores.
La BBC, CNN, National Geographic y Folha de São Paulo se
convirtieron en los medios de comunicación pioneros de esta nueva
tendencia. La BBC utilizó uno de sus drones para informar en
directo sobre el recorrido de un tren de alta velocidad que salió de
Londres con destino a Manchester. Un acontecimiento que -según sus
directivos- sin esta tecnología habría sido imposible registrar. En
Sudamérica, El Folha de São Paulo recurrió a los drones para seguir la
ola de protestas contra el gobierno de Dilma Rousseff durante el
mundial de clubes.
En el país todavía no se usan drones con fines periodísticos,
pero a inicios de año, la Fuerza Aérea Ecuatoriana presentó el UAV-2
Gavilán, el primer avión no tripulado construido en el país, un drone
que utiliza gasolina y que tiene autonomía para volar durante seis
horas.
Durante los últimos dos años, el boom de los drones a permitido que los
costos de su fabricación se reduzcan. El programa de televisión digital
The Observers is France 24's destaca que los drones se usan cada ves
más como vehículos de coberturas de periodismo ciudadano sobre todo en
protestas, denuncias de crueldad con animales, contaminación ambiental y
desastres naturales.
A pesar de ser una tendencia en alza, los detractores de los
drones reclaman que pueden ser utilizados para violar la privacidad de
las personas. Los primeros señalados son los paparazzis, que
encontraron en esta tecnología una manera novedosa de conseguir la
primicia de las celebridades. Los organismos de control de EEUU ya
hablan de leyes que legislen su uso en el ámbito particular y en el
periodístico, pero esperarán hasta 2015 para aplicarla. Mateo Waite,
jefe de la Universidad de Nebraska, pionero del Drone Journalism Lab,
sostiene que los drones ofrecen la posibilidad de obtener imágenes,
video y datos desde el aire por una fracción del costo y la complejidad
de una aeronave tripulada. Según las últimas investigaciones, lo
siguiente en drones será que puedan ser utilizados ya no solo con
controles remotos, sino desde aplicaciones instaladas en los teléfonos
celulares. Waite estima que en cinco años el uso de drones en la vida
diaria se multiplicará.